Riendo se aleja la mano; el hecho de la mano riéndose se aleja del cuerpo que pugna por rozar la voz que la diga, de una vez para todas.
¿Esposibleeso? se pregunta comiéndose la frase como hacía con sus uñas hace tiempo atrás.
Sílaba por sílaba deletrea su propio relato. Lo que importa decir y lo dicho. Aquello que desnude su alma ante los chacales (siempre hay. siempre están)
Lo piensa mejor, y deja la pluma virtual. Se levanta, recorre el pasillo que la lleva hacia la cocina. Se sirve un poco de juego de naranja, y vuelve. Pasa de nuevo frente a la biblioteca y se detiene frente a nombres amados: Seferis, Celan, Rilke, Ritsos. Las mujeres están en otra biblioteca y en otro cuarto. Cuarto propio del amor y de la lectura de esos y otro cuerpo. El de la amada. El que es posible. El que no necesita ser escrito, sólo besado.

3 comentarios:
Lindísimo, Gabby . . .
La Peor de Todas
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Gracias Peor. Ya te andaba extrañando!
Besos
Siempre ando cerca :)
La Peor de Todas
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